Proyecto de Interiorismo: de tienda de moda Ambali.
Descripción:
El objetivo de este proyecto era conseguir una boutique elegante y cómoda donde la ropa fuera la protagonista. Para ello, el proyecto se ha orientado en todo momento hacia la filosofía de la marca con una paleta de tonos claros en el que la madera aporta naturalidad y calidez, y el negro del mobiliario proporciona la elegancia y feminidad que desprende la firma bilbaína.
El espacio se ha dividido en cuatro ambientes: el escaparate, la zona de exposición, el mostrador de caja y los probadores.
El escaparate, se ha lacado en negro para unificarlo con el tono del hierro del los percheros, la iluminación interior y del pavimento de mármol negro de la entrada. Los maniquís y los elementos expuestos se han ensalzado con iluminación técnica mediante proyectores negros en el techo.
Al tener toda la fachada acristalada, la mayor parte del espacio y las prendas colgadas pueden apreciarse desde la calle sin que la visibilidad del interior quede limitada a solamente el escaparate.
En el interior, todos los ambientes se han planteado en una base de blanco en paredes, techo y suelo, con elementos de negro en los percheros de hierro y los proyectores, y pinceladas en dorado en lámparas y mobiliario. Las propietarias de la firma querían un estilo decorativo muy sobrio pero la interiorista ha añadido un toque de frescura colocando plantas muy grandes en la entrada, con un toque tropical, que se extiende hasta el fondo del establecimiento a través del tapizado verde del chester y el color mostaza de las cortinas de los probadores. Todo el proyecto de iluminación técnica se ha realizado mediante proyectores, excepto las lámparas colgantes decorativas en los probadores y las lámparas de Misterwills sobre el mostrador.
En el centro del local se han colocado las mesas de exposición, varios burros y el mostrador.
Para la zona de exposición de las paredes se ha optado por un sistema de percheros lineales de hierro descolgados del techo y unas baldas diseñadas a medida en pladur para poder exponer cómoda y visiblemente los accesorios.
Se optó por solo dos probadores para poder darles máxima amplitud y comodidad al cliente. Éstos se situaron en una zona amplia y acogedora con un sofá, un gran espejo y una alfombra. Las textura de las cortinas de terciopelo color mostaza que revisten los probadores dan un toque elegante pero fresco a la vez gracias al color escogido.
Piezas de decoración: Destacan las alfombras de KP y el mobiliario diseñado a medida por la interiorista Raquel González.
La guinda del pastel: El sofá de capitoné situado en la zona de probadores y las cortinas en terciopelo culminan el estilo sencillo pero sofisticado que caracteriza a Ambali.
Fotógrafo: Osvaldo Pérez.